El apoyo mutuo es una alternativa a la terapia tradicional. Es un tipo de apoyo en el que no hay profesionales de la salud mental (al menos, no directamente involucrados). Consiste en apoyarse los unos a los otros desde la horizontalidad, desde la igualdad, sin la diferenciación que implica la jerarquía terapeuta-paciente.

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Este tipo de apoyo ha ido surgiendo por diferentes motivos: por no poder tratar determinados temas tabú en las consultas o centros de salud mental, por malas experiencias con profesionales o por la necesidad de compartir experiencias de una forma más cercana. Otro motivo importante es la necesidad de no individualizar los problemas de salud mental, es decir, de no ver la salud mental como algo con lo que cada uno deba lidiar solo, y teniendo en cuenta que el entorno de cada persona influye enormemente en su salud mental.

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El apoyo mutuo puede ocurrir de diversas formas. Puede ser de manera informal, como en conversaciones entre amigues, o de manera más estructurada, como en grupos organizados. Este tipo de grupos organizados suelen llamarse grupos de apoyo mutuo o GAM.